Filosofando por la vida... Hoy, de agricultura.
Mayo toca a su fin, y debe ser el exceso de agua de los últimos meses, que me ha sobrevenido la vena filosófica. El tiempo, la vida, la agricultura,… Aquí os dejo algunas reflexiones.
Existen leyes universales en la vida. Leyes que, sin importar en lo que creas, hagas o pienses, se van a cumplir. Leyes que no han sido impuestas por el ser humano, pero que pretenden sacar la mejor versión de él.
El campo es una lona donde se encuentra escrito uno de los estatutos más importantes de la vida. Este, reza así: Lo que siembras, cosechas. No estamos inventando nada nuevo, sin embargo, es algo que no todos consiguen apreciar en su totalidad. La capacidad de entender dicha ley universal puede llevar al ser humano a lograr la mejor versión de sí mismo
Dicen que todos llevamos un agricultor dentro de nosotros, ¿a qué se refieren? Quizás a la capacidad innata que tenemos de cultivar ideas, de generar vida, de sembrar. Si queremos cosechar éxitos, hay que trabajar como el mejor de los agricultores. Levantarse cada mañana con ilusión renovada, mirar al cielo, trabajar, cosechar, caer, volver a empezar, … Pero siempre, siempre, con un inmenso orgullo, el de ser agricultor.
Ahora te toca a ti… ¿nos cuentas tus filosofadas agrícolas?
El Agricultor Anónimo