Maíz tras Cebada: el éxito de la doble cosecha

En esta publicación, te mostramos los secretos que existen detrás del éxito de la doble cosecha de cebada y maíz. La fórmula ideal para superar las 20T de grano está a tu alcance y nosotros te explicamos cómo conseguirlo.

El éxito de la doble cosecha:

Dos factores fundamentales han permitido que la doble cosecha haya experimentado un sorprendente aumento en la última década en el Valle del Ebro.

Por una parte, el desarrollo de variedades de cebada de primavera precoces y muy productivas. Gracias a la selección, hoy en día tenemos variedades perfectamente adaptadas a las siembras tardías, de porte medio-bajo, con muy buena resistencia al encamado. Estos son factores fundamentales para su generalización en los regadíos intensivos y de alto rendimiento del Valle del Ebro.

Por otra, la obtención de variedades de maíz de ciclo corto. Se han desarrollado también variedades que permiten un correcto comportamiento del maíz a siembras tardías, a finales del mes de junio, con temperaturas, en muchas ocasiones, muy elevadas. Además, es fundamental que tengan un desarrollo rápido, que le permita realizar el ciclo del cultivo antes de la llegada de las primeras heladas, que es el principal limitante en las segundas cosechas de maíz.

Otros condicionantes que han ayudado en la consolidación de este sistema de doble cosecha cebada/maíz son:

  • Prácticas agronómicas: La principal y más potenciadora ha sido la siembra directa sobre rastrojo. Esto ha permitido adelantar al máximo la siembra del maíz, factor clave para el éxito de la cosecha. Cada día que se retrasa la siembra del maíz, se pierde potencial productivo y se alarga la finalización del desarrollo en otoño, con el consecuente aumento del riesgo de helada del cultivo.
  • Diferentes usos del maíz: El uso para grano es el que, lógicamente, necesita de más tiempo para finalizar el proceso en campo, y que nuestro maíz esté listo para la cosecha. Usos alternativos de la segunda cosecha, como el ensilado, adelantan mucho la retirada del maíz del campo, pero especialmente el grano húmedo ha dinamizado la segunda cosecha. Estos usos alternativos del cultivo del maíz han permitido la implantación de la doble cosecha, incluso su práctica en explotaciones de riego a manta, donde se retrasa inevitablemente la siembra en verano, por la dificultad de inicio del cultivo.
Siembra directa de maíz sobre rastrojo de cebada

Siembra directa de maíz sobre rastrojo de cebada.

Claves fundamentales de la doble cosecha:

  • El principal limitante para el éxito del doble cultivo cebada/maíz es la correcta finalización del ciclo del cultivo del maíz antes de la primera helada de otoño. Por tanto, la fecha de siembra determina irremediablemente el ciclo a sembrar. La finalización del desarrollo fisiológico del maíz y, por tanto, la materialización del potencial, finaliza en la madurez fisiológica, es decir, cuando el grano alcanza el punto negro. A partir de ese momento, solo resta la pérdida de humedad del grano para su cosecha.
Identificación de punto negro o madurez fisiológica

Identificación de punto negro o madurez fisiológica.

En el caso de grano húmedo, se busca alrededor del 30% de humedad, mientras que para la cosecha de grano, se buscan humedades más próximas al 20%. No obstante, muchas veces, debido a la entrada en otoño, el aumento de la humedad relativa y las nieblas, frecuentes en el Valle del Ebro, hacen que no se lleguen a alcanzar esos valores y se tenga que cosechar con humedades superiores.

Proceso y almacenado de grano húmedo en trinchera

Proceso y almacenado de grano húmedo en trinchera

  • Mejores condiciones climáticas en otoño. El cambio climático ha provocado retraso en la llegada de las heladas al Valle del Ebro. Aunque es incierto predecir cuándo tendremos la primera helada, la tendencia, como se ve en los datos históricos, nos ha proporcionado una ventana más amplia para la finalización del ciclo del cultivo.
  • Conocer bien el ciclo es importante para el cultivo del maíz, pero es crucial cuando hablamos de maíz para segunda cosecha. El intervalo desde la siembra de maíz hasta la primera helada, determina la ventana de desarrollo que tiene el cultivo y marcará a diferencia entre el éxito y el fracaso de la doble cosecha. La elección de variedades ajustadas a las necesidades específicas de esta doble cosecha cebada/maíz, permite minimizar los riesgos en la sucesión de un cultivo al otro. Tanto en verano, para cosechar la cebada con precocidad, como en otoño, y que nuestro maíz haya finalizado correctamente el ciclo de cultivo cuando llegue el frío y no nos cause perdida de producción y, por tanto, de rendimiento económico en la doble cosecha.
  • La doble cosecha cebada/maíz no representa un consumo adicional de agua frente a un único cultivo de maíz de ciclo largo. Pero sí tiene una ventaja, el caudal máximo semanal es más reducido, ya que los máximos de demanda no coinciden con los máximos de temperatura. Esto hace que la necesidad máxima puntual sea menor y la gestión del riego sea más manejable.

Nota importante en el riego del maíz rastrojero. Es fundamental regar frecuentemente en la implantación del cultivo para asegurarnos una correcta nascencia, tanto en cantidad como en homogeneidad. La siembra es muy superficial y la evaporación es muy elevada en esas fechas de verano.

Elección de variedades de segunda cosecha:

  • Cebada de primavera: El cultivo que más se ha desarrollado en estos últimos 20 años gracias a la selección varietal y al manejo son, sin duda, las cebadas y, en especial, las cebadas de primavera. Variedades de cebada con elevabada precocidad, resistencia a enfermedades y muy buen comportamiento frente encamado con elevados potenciales de rendimiento, son los puntos clave para la cebada de doble cosecha. En general, las zonas del Valle del Ebro donde se realiza doble cosecha son campos de alto rendimiento, con buena fertilidad y disponibilidad nutricional.
  • Maíz de segunda cosecha: La siembra del maíz con variedades de ciclo corto, que soporten unos desarrollos rápidos, y con una elevada precocidad son fundamentales. Han de poder desarrollarse en pocas semanas y soportar la climatología especifica de las condiciones del riguroso verano del Valle del Ebro. No hay que olvidar que estos maíces llagaran a madurez fisiológica a finales de octubre y es importante que tengan un secado rápido, para poder cosechar lo antes posible, evitando riesgos con las lluvias y las nieblas persistentes

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Comentarios

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    Claudio barrabes colomina 12 junio, 2024

    Me gusta esta información del maíz rastrogero ya que hace años que hago dos cosechas

    • lgseeds

      lgseeds 13 junio, 2024

      Estimado Claudio, nos alegra mucho saber que ha encontrado útil la información sobre la doble cosecha de maíz y cebada. Es gratificante escuchar de agricultores experimentados como usted que han estado implementando con éxito esta práctica durante años. Su experiencia es un valioso testimonio del potencial de la doble cosecha.

      Si tiene alguna técnica o consejo específico que haya aprendido a lo largo de los años y que le gustaría compartir con nuestra comunidad, estaríamos encantados de escucharlo.

      ¡Gracias por seguir nuestro blog y por su contribución a la agricultura!

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