Por todo el mundo, los agricultores cultivan verduras y cereales para satisfacer las necesidades alimentarias de sus contemporáneos. Limagrain, como 4º semillista mundial, contribuye activamente a la diversidad vegetal cultivada, comercializando cada año más de 300 nuevas variedades específicas de cada territorio, gracias a un dispositivo de investigación al pie de los mercados.
Presente en 57 países, Limagrain pretende hacer progresar la agricultura por medio de la innovación de variedades a través de la genética de las plantas. Así pues, las diferentes Business Units de Limagrain se interesan por numerosas especies y, cada año, seleccionan variedades que enriquecen la diversidad vegetal de las especies cultivadas por todo el mundo.
Un trabajo de investigación al pie de los mercados
El Grupo despliega un importante dispositivo de más de 100 estaciones de investigación repartidas por todo el mundo. Los equipos de I+D se basan en la biodiversidad existente en las regiones donde nos encontramos implantados para crear nuevas variedades específicas de cada territorio.
Por consiguiente, el trabajo de los seleccionadores enriquece el catálogo de Limagrain, una cartera de productos de cerca de 6 000 variedades que abarcan 55 especies vegetales. Los programas de investigación también permiten al Grupo proponer una diversidad de variedades más adaptadas al clima, a la escasez de recursos o a las enfermedades, ofreciendo por lo tanto un rendimiento más alto.
Garantizar las especies locales en cada territorio
Limagrain contribuye a aportar a los agricultores semillas que permitan encontrar salidas a sus producciones. Para ello, el Grupo se compromete a identificar las expectativas específicas de los consumidores en los mercados locales.
Por ejemplo, en Asia, HM.CLAUSE selecciona especies como la calabaza amarga, propuesta en colores, texturas y tamaños diferentes según los países. En cocina, este fruto de sabor ácido y con forma de calabacín, es muy apreciado tanto en sopa como mezclado con huevos.
Otra especie propuesta por la Business Unit es la okra, también conocida como gombo y principalmente cultivada en India y África Oriental. Esta especialidad, pobre en sodio y rica en fibras alimentarias, se cocina tanto en parrilladas como en sopas o ensaladas.
Vilmorin-Mikado también trabaja en la selección de numerosas especies locales que responden a las costumbres alimentarias de cada lugar.
La filial propone una especie de cebolla única que, gracias a su forma alargada, se asemeja a un puerro. Estas cebolletas se utilizan en numerosos platos de cocina asiática como el Sukiyaki (estofado japonés), la carne de vaca frita o incluso las sopas de fideos.
Asimismo, Vilmorin-Mikado desarrolla varias variedades de melón muy apreciadas por la población japonesa. Se diferencian de su primo, el melón Charentais, por su textura más fundente y jugosa. El cultivo de ciertos melones requiere un saber hacer artesano.
Europa también cuenta con sus verduras específicas. Es el caso del canónigo, muy apreciado por su singular sabor. Francia es el mayor productor de canónigo con más de 8 000 ha, seguido por Italia (4 500 ha) y Alemania (2 000 ha). HM.CLAUSE, número uno mundial en semillas de canónigo, selecciona variedades adaptadas a la demanda y a unas técnicas de cultivo un tanto diferentes en función de las zonas de producción.
Por su parte, Vilmorin-Mikado se interesa por otro de los protagonistas de nuestros platos, una verdura cultivada y consumida fundamentalmente en Francia, Bélgica y Países Bajos: ¡la endibia o escarola! Tres de cada cuatro endibias provienen del programa de investigación de Vilmorin-Mikado. En la actualidad, la Business Unit es número uno mundial y comercializa una amplia gama de variedades de esta ensalada invernal, poco calórica y repleta de nutrientes, ¡tan deliciosa cruda como cocida!