Pasión por la agricultura / Personas / Corporativo
¡Despedimos a uno de nuestros compañeros más veteranos! Toda una vida dedicada a su pasión, la agricultura.
Nada más saber que voy a ser la responsable de llevar a cabo esta entrevista, la duda me invade. Me pregunto si estaré a la altura, si seré capaz de reflejar en unas líneas todo lo que Enrique significa para tantos de vosotros. 36 años han sido los que ha estado trabajando en Limagrain. ¡Toda una vida!
Para los que no lo conocéis, Enrique Sánchez-Monge ha sido director del Departamento de Investigación y Desarrollo de Limagrain Ibérica durante más de 30 años. Biólogo de formación y Doctor en Biología por la Universidad de Córdoba, durante estos años ha dirigido Programas de Mejora de Cereal en España, de los que han surgido variedades de referencia para el mercado nacional, así como internacional. En pocas palabras, ha sido un auténtico «creador».
Llegó el día. Con papel en mano, me acerco y le pregunto si puedo sentarme a hablar con él para que me cuente un poco sobre esta «etapa». Él prefiere quedarse con la batería de preguntas que llevo y posponer la charla para la tarde, quizá para preparárselas y, puede, que para que no le pille desprevenido.
Así es él, una persona que necesita tener todo controlado. Una persona segura.
Me acerco a su despacho. La estancia está, a simple vista, «algo» desordenada… Orden en el desorden, eso está claro, y más en una persona cuya profesión requiere un método y rigor exquisitos.
Empieza de manera seria. Muy formal. Pregunta a pregunta. Me cuenta que está orgulloso de esta «etapa de su vida» – así como él ha decidido categorizar estos 36 años. Un trozo de vida en el que ha vivido cada cambio en su piel, y en donde él también ha puesto su granito de arena. Intenta parecer frío, profesional. Yo intento romper esa barrera, que me cuente algo más personal, sus sentimientos y experiencias en este tiempo. Los que lo conocéis, sabéis que él es así. Distante, infranqueable.
Por fin empiezo a ver algo de luz, precisamente cuando una sonrisa aparece bajo su característico bigote, y es al preguntarle por los motivos que han hecho que lleve tanto tiempo en Limagrain Ibérica. Me habla de todo lo que la empresa le ha aportado, de las muchas oportunidades que le ha brindado: viajar, conocer otras culturas y maneras de trabajar, rodearse de un equipo con excelentes personas y profesionales, como Isabel, María y Manuel, entre otros. Pero, sobre todo, está contento del gran aprendizaje que se lleva de estos años. “Te das cuenta de que, el porcentaje de gili***** y buena gente es el mismo en todos los lados y eso, tranquiliza” – dice riendo.
Intento que me cuente algo sobre esos viajes, anécdotas que a muchos nos encantaría conocer. Él vuelve a sonreír recordando. Esta vez me pide que no escriba. Sus deseos son órdenes para mí. Y es que, a veces, contar pequeños secretos a “desconocidos” es más fácil que hacerlo a compañeros de toda la vida. Porque eso es lo que soy para él. Una desconocida. Soy la última incorporación de la empresa y estoy sentada con uno de los veteranos. Es entonces cuando me doy cuenta de que en ningún momento me he sentido intimidada, sino todo lo contrario. Empiezo a sentirlo cercano, entrañable, y comienzo a entender vuestra “pena” al saber que nos abandona. El tiempo pasa entre anécdotas y risas. Los recuerdos se amontonan. Comparte conmigo sus grandes momentos, y alguna de sus grandes lecciones. Una llamada de su nieta nos hace volver a la realidad. Quiere que el abuelo vaya a casa a jugar con ella, así que volvemos a centrarnos para terminar lo antes posible.
Como veinteañera, le pido algún consejo para transmitir a los jóvenes agricultores. Él lo tiene claro. No es solo un mensaje unidireccional: “Los jóvenes deben mirar a ‘los viejos’, ellos tienen la experiencia, pero los jóvenes tienen la formación, las ideas. Hay ocasiones en las que las despreciamos, pero hay otras en las que son muy válidas”. Añade que «el mejor conocimiento es el que viene del trabajo del día a día, de la experiencia». ¡Qué sabias palabras!
Hay tanta pasión en lo que dice que me voy dando cuenta de que su vida es, y ha sido, el campo. Quiero saber si volverá a pisarlo después de su jubilación, así que se lo pregunto. Vuelve a sonreír. Reconoce que le encantan los paseos con su mujer. Salir a andar tranquilamente. Me asegura que seguirá yendo, pero que esta vez, lo disfrutará de otra manera. Sin analizarlo planta a planta. “Todo es más bonito desde otra perspectiva”. Parece que lo tiene claro pero, en mi opinión, “la cabra siempre tira al monte”. De lo que sí está seguro es que, después de cada una de las caminatas, aprovechará para tomarse una cerveza.
Parece que esta última frase le recuerda que ya es hora de volver a casa, lo esperan para disfrutar de esta tarde de septiembre, así que nos despedimos.
Desde aquí, Enrique, decirte que ha sido un placer. De parte de todos tus compañeros, ¡GRACIAS! Gracias por confiar en Limagrain durante todos estos años, gracias por tu dedicación, por tu pasión y tu entrega. Gracias por ser tú, único. Te deseamos, de todo corazón, lo mejor para esta nueva etapa que comienzas. Para muchos de tus compañeros, esto no es un adiós, es, sin duda, un hasta pronto.
Vanesa Bautista
Dpto. Marketing y Comunicación
Testimonio:
Trabajar junto Enrique es un aprendizaje continuo. Nos deja un legado impagable de variedades y conocimientos. Intentaremos aprovecharlo al máximo. ¡Lo que es seguro es que le vamos a echar mucho, mucho de menos!
Isabel Torro Torro – Winter Wheat Breeder
Arantxa 18 septiembre, 2019
Preciosa entrevista… me ha encantado.
@Enrique, debes de ser transparente a pesar de todo, cómo alguien que ha coincidido contigo tan poco tiempo, ha sido capaz de reflejarte tan bien en unas cuantas líneas. Gracias por todo, amigo.
@Vanesa, pedazo de entrevista, felicidades!!!